Convergencias sobre temas clave y procesos «climáticos» aun en curso resultan de las reuniones internacionales en el continente europeo

Introducción

En un entorno de verdadero impulso mundial de acción por el clima, la última ronda de negociaciones sobre el clima de la ONU concluyó en Bonn. La reunión de negociación que busca dar cuerpo al texto de acuerdo sobre la arquitectura climática mundial no logró terminar con un documento consensuado por las partes. Una nueva reunión tendrá lugar en Agosto para acelerar el paso y avanzar en la resolución de las diferencias. Los gobiernos tendrán más de un mes para trabajar en consideración a la convicción de las siete principales economías del mundo de eliminar el uso de energías fósiles progresiva y activamente para fines de siglo, a la demanda de importantes empresas para el establecimiento de economía baja en carbono y el sentir del 80% de la ciudadanía que considera necesario incrementar la ambición y acción climática en los países. Asimismo, la convergencia entre los 33 países de América Latina y los 26 de la Unión Europea – un tercio de los miembros de Naciones Unidas – sobre la necesidad de un acuerdo vinculante y equitativo y el establecimiento de acciones para limitar el incremento de la temperatura global por sobre los 2ºC acordados internacionalmente dan un buen pie para el trabajo a fin de tener un “impacto global en las negociaciones sobre el clima”. En ese marco, con el recientemente acordado procedimiento para resguardar los bosques, los países de la región tendrán bastante tarea que hacer, sobre todo, considerando que 47% de la emisión de gases de América Latina y el Caribe proviene de la deforestación. Los beneficios y ahorros que se generarán con un régimen mundial que reduzca en gran medida las emisiones y fortalezca la resiliencia a los riesgos climáticos no pueden obviarse. Así, de acuerdo con los legisladores Europeos y Latinoamericanos es vital “la búsqueda de un nuevo paradigma de bienestar humano utilizando conceptos importantes como el del ‘Buen Vivir’

Acciones

Mensajes Claves

  • La CELAC y la UE pueden – y deben – trabajar por un Acuerdo más ambicioso y que asegure la protección de las comunidades vulnerables. Ambos grupos, representantes de un tercio de los países de la negociación climática y 20% de las emisiones de gases contaminantes ,coinciden en que el cambio climático “pronto será un problema para todos, de supervivencia para la propia humanidad” y que es necesario un Acuerdo global y vinculante. Los  elevados costos económicos relacionados con los asuntos climáticos que afrontan hoy Europa y América Latina se reducirán en gran medida si la temperatura global se mantiene bajo un aumento de 1,5ºC, como abogan los países con mayor exposición a los impactos del cambio climático. Por tanto, los 800 millones de euros comprometidos por la UE a la CELAC debe ir por la construcción de infraestuctura climáticamente inteligente, la promoción de las enegías renovables, la preservación de los ecosistemas y el desarrollo de capacidades. Lo anterior no sólo porque es inteligente en términos ambientales sino porque provee enorme beneficios a la salud de las personas, al dinamismo de las economías y la amplificación de conocimientos.

Recursos

Cobertura de Prensa

Reportes y fuentes de información (Webs/ informes/blogs/links)

Sobre las negociaciones en Bonn

Material visual/audiovidual
Citas relevantes

  • “La resolución enfatiza la importancia de la búsqueda de un nuevo paradigma de bienestar humano que reconcilie el doble reto de combatir el cambio climático y mejorar la igualdad y la cohesión social. En la resolución hemos mencionado también conceptos importantes como el del ‘Buen Vivir’. El nuevo acuerdo climático debe conseguir un buen equilibrio entre mitigación y adaptación al cambio climático, priorizando aquella adaptación basada en los ecosistemas, en la comunidad y en la integración sistemática de la igualdad de género como principio transversal”.Ernest Urtasun, Diputado y ponente del grupo de los Verdes/ALE.

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