Países latinos ponen de manifiesto la viabilidad y efectividad de las renovables y abren nuevos debates en Bonn

Introducción

Desde el lunes y hasta el 11 de julio más de 190 gobiernos estarán reunidos en Bonn, Alemania para avanzar en las definiciones de lo que se espera sea la senda hacia la actualización de las fuentes energéticas en el mundo y el establecimiento de nuevas relaciones con el entorno y los recursos naturales. Los representantes de los países deberán limpiar el documento de 86 páginas – con numerosas opciones –  y encontrar un terreno común para  “conciliar las legítimas aspiraciones a la prosperidad, con los límites naturales de nuestro planeta”. Asimismo, deberán definir la velocidad y la estructura de la transición y las estrategias para revisar los planes de acción (INDCs en inglés) que los países desarrollarán a nivel nacional con a fin de asegurar el objetivo de largo plazo de abandonar los combustibles fósiles y limitar el aumento de la temperatura global a 2ºC o 1.5ºC como han manifestado últimamente algunas organizaciones y países vulnerables. Científicos estiman que es vital una reorientación masiva de las inversiones hacia tecnologías e infraestructuras que emiten poco CO2, el principal gas de efecto invernadero. En América Latina, además, el desafío de ajustar y modernizar la matriz productiva, basada en la extracción de los recursos naturales y políticas industriales débiles, genera interesantes oportunidades para catalizar acciones benéficas socioeconómica y ambientalmente y trabajar una mirada conjunta para poder plantarse frente a los gigantes mundiales. La disponibilidad de fuentes de energía renovable en América Latina es un enorme activo y un gran motor para los cambios. En Chile, por ejemplo, se estima que es posible abastecer la demanda con energía solar e incluso venderle a los países vecinos, en Uruguay, la diversificación energética, a través del incremento de la energía eólica, ha permitido reducir un 40  por ciento los costos medios de la energía eléctrica y evitar cerca de 200 mil toneladas de gases contaminantes al año. No obstante, un gran parte de las emisiones de gases de efecto invernadero en la región se deben al sector no energía, es decir, el cambio de uso del suelo y el desarrollo agrícola. Así, México, ha marcado la pauta al establecer compromisos de reducción no sólo relacionadas con la inminente e inevitable transición desde energías fósiles a renovables, sino que mediante planes y acciones asociadas al sector “uso de suelo». En Perú, el sistema de estimación de gases de efecto invernadero confirma que el cambio de uso del suelo aporta con más del 40% de las emisiones en ese país y por tanto, en miras de lo que será la presentación del borrador de acción climática de Perú este viernes, diversas organizaciones de la sociedad civil han presentado sus aportes para el sector forestal y gestión de suelo. Ya no existen dudas de que el cambio en los patrones conocidos del clima es una enorme amenaza, si grandes petroleras de Europa lo reconocen, es claro que los gobiernos de América Latina junto con sus ciudadanos deben hacer los cambios necesarios.

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Mensajes Claves

  • Este año es vital para el establecimiento de la senda que llevará al mundo a surtirse de energía renovable y a los países a lograr la autonomía energética. Durante los primeros 11 días de junio más de 190 gobiernos estarán trabajando en lo que será la estructura del Acuerdo global más relevante hasta ahora existente. Por primera vez todos los países se comprometerán nacional e internacionalmente a emprender una transición energética activa desde los combustibles fósiles a energías renovables. La ciencia ha dicho que es fundamental evitar el aumento de la temperatura global por sobre los 2ªC ya que los impactos serán sinérgico e impredecibles. Los gobiernos deben reducir entre un 40 y 70% de las emisiones responsables de calentamiento global al 2050 y eliminarse casi en su totalidad  el 2100.
  • La decisión energética de los países no atiende exclusivamente a  consideraciones de caracter ambiental sino que se debe relacionarse con motivaciones económicas y de independencia. La importanción de combustibles fósiles es un sin sentido existiendo fuentes de energía disponibles, con cero costo de extracción e impactos ambientales y sociales considerablemente menores. En América Latina los países deben apostar por hacer un buen uso de sus recursos para atender la desigualdad social y creciente degradación ambiental. En Uruguay, la incorporación de fuentes renovables, asociada a una decisión política ha logrado el autoabastecimiento y la reducción de vulnerabilidad energética. Así, en 2013 Uruguay no requirió de la importación de energía para cubrir la demanda doméstica.
  • El Acuerdo de Paris requiere que todos los países presenten compromisos de reducción de emisiones de carácter transversal  y de acuerdo a un diálogo público articulado con los actores sociales. La posibilidad de canalizar oportunamente múltiples beneficios sociales mediante acciones como la reorientación masiva de las inversiones públicas hacia sistemas de bajo consumo energético es posible. Si los gobiernos establecen una ruta ambiciosa internacionalmente y trabajan internamente con la ciudadanía los beneficios de dichas acciones serán sostenibles y podrán multiplicarse. En América Latina, una reestructuración productiva será necesaria, por lo que  trabajar coordinadamente con la sociedad civil  y comunidades no es sólo necesario sino que vital para el éxito de los planes de desarrollo inteligentes y adecuados climáticamente.

Recursos

Cobertura de Prensa

Bonn

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Reportes y fuentes de información (Webs/ informes/blogs/links)

Seguimiento negociaciones en Bonn

Materiales CMNUCC 

Perú

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Citas relevantes
  • «Si se conservan las partes más ambiciosas, tendremos un acuerdo para promover una transformación global hacia un futuro verde (…) y sostenible. Un acuerdo de este tipo salvaría vidas, limitaría los riesgos de conflictos y apoyaría el crecimiento y un desarrollo sostenible».- Mattias Södeberg, ACT.
  • «Las negociaciones de la ONU son totalmente inadaptadas a la urgencia climática. En privado todo el mundo lo dice, todo el mundo es consciente de ello, pero la complejidad del proceso es tal que continúa como si no pasara nada».– Ségolène Royal, ministra francesa de Ecología.
  • «No seguimos la trayectoria necesaria para limitar el alza de temperaturas a 2ºC. Es necesario recalcar el aspecto no punitivo de la evaluación y la forma en que se puede combinar crecimiento y objetivos climáticos”.-  Laurence Tubiana, negociadora  de Francia.
  • “La Movilización de la acción climática es un pilar central de mi mandato como Presidente de la COP20. Juntos podremos dar impulso a la agenda de acción y construir el momentum. Nos unimos con Laurent Fabius, el secretario General de la ONU y con Christiana Figueres bajo la bandera de la Agenda de Acción Lima-Paris. Queremos llevar la antorcha de la acción climática en el camino a París. La acción climática debe convertirse en una parte del ADN del proceso de Convención”.- Manuel Pulgar-Vidal, ministro del Ambiente y Presidente de la COP20.
  • “Al 2050 se estima que por habitante se emita de una a dos toneladas, es lo que el mundo necesita. Ese es el gran reto, por ello se recomienda promover las energías renovables, mejorar las prácticas agrícolas y disminuir la deforestación”.- Tasso Azevedo,  experto brasilerocreador de este sistema SEEG.
  • “Redujimos en un 40 por ciento el costo medio de la energía eléctrica mediante una extraordinaria diversificación de la matriz energética, al tiempo que logramos un abastecimiento de fuentes renovables del orden del 96 por ciento la mayor parte del año, pero fundamentalmente, redujimos en un 70 por ciento la vulnerabilidad ante las variaciones climáticas que afectan al recurso hídrico. Además, bajamos notablemente las emisiones de gases de efecto invernadero, que hoy se ubican por debajo del promedio regional”.- Ramón Méndez, ex director de Energía de Uruguay
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