“No hay plan B porque no tenemos ningún planeta B”: continuan las negociaciones para la descarbonización globa

Introducción

Los mecanismos y acciones para atender los estragos sociales, ambientales y económicos del cambio climático son parte de las discusiones que sostienen representantes de más de 190 países esta semana en la ciudad alemana. El documento que dará origen al Acuerdo climático que marcará la senda hacia la descarbonización global este diciembre en Paris, es el meollo de la reunión y foco de tensión, no obstante se concuerda con que es necesario  “tener un texto al final de esta semana que sea claro, conciso y completo”. De esa manera, el documento de 20 paginas quedó en 34 luego que los países no industrializados, que incluye a toda América Latina, añadieran algunos elementos fundamentales que no estaban presentes en el texto a discutir.  El nuevo documento, por tanto, establece con mayor claridad los objetivos de largo plazo que coinciden con las reclamaciones de diversas organizaciones que apunta a que las potencias económicas eliminen a partir de este año y hasta 2050 su dependencia del petróleo, carbón y gas. No obstante, el impulso para un acuerdo significativo en París es claro con, al menos, 154 países comprometidos a implementar acciones nacionales de reducción de emisiones, aun cuando se grandes emisiones como Estados Unidos y la Unión Europea han prometido una quinta parte de lo que deberían. Así, contando con el apoyo, incluso de las petroleras, los gobiernos deben buscar las mejores y más justas medidas para que el “cuidado de nuestra casa común” guíe el quehacer global

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Mensajes Claves

  • Un Acuerdo en Paris es bueno, no obstante la “cuestión es saber a qué nivel se hará y si podrá revisarse regularmente»Esta semana los negociadores tienen bastante que hacer para asegurar a la población mundial su compromiso real con el cambio climático. Así, dependerá de ellos el establecimiento de un mecanismos de revisión cada cinco años que busque  evaluar el estado del clima y los efectos percibidos a fin de lograr una descarbonización plena en 2100. Asimismo, el flujo de recursos para el desarrollo de acciones de mitigación y adaptación desde los países industrializados será clave para un acuerdo que permita, efectivamente, reducir el impacto humano sobre la Tierra y favorecer la recomposición de los mecanismos de regulación natural hoy afectados.
  • Los planes de acción climática presentados de manera voluntaria por los países demuestran que la transición hacia relaciones saludables con la naturaleza y sociedades está en curso. La acción climática es adecuada tanto para la economía como para la preservación de salud de la Tierra y sus habitantes. Conscientes, más de 150 países – equivalentes al 90% de las emisiones de CO2 del planeta – han presentado sus planes voluntarios para descarbonizar sus economías a 2030 no obstante, reciente análisis indica que necesario aumentar la ambición para mantener el aumento de la temperatura bajo el límite que asegura la habitabilidad en la tierra. Asi, si bien los planes presentados ofrecen las bases para un acuerdo global sus voluntades y valores están hoy en mira.
  • El Acuerdo de Paris es una oportunidad para repensar el sistema económico y revalorar los ecosistemas y diversas forma de vida. Si bien los combustibles fósiles han permitido aumentar el bienestar y confort a muchas personas y el desarrollo de diversas industrias y sectores, los beneficios no han sido extensivos a todos mas, sí sus efectos. El aumento de la temperatura global requiere que la comunidad internacional llegue al pico de emisiones en 2020, termine su dependencia con los energías fósiles en 2050 y limite al máximo las emisiones de gases invernadero proveniente de la producción agrícola y la deforestación. Cuidar los ecosistemas y sus servicios serán claves en los años venideros y los gobiernos deben abogar por preservarlos para proteger a sus comunidades presentes y futuras.

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Citas relevantes

  • «Ante los rápidos cambios en tecnología, ciencia y políticas (…) el mundo debe volver a la mesa de negociaciones dentro de cinco años, no diez, para aumentar su ambición»-.  Instituto Mundial para los Recursos (WRI).
  • “Fuera de las negociaciones de las Naciones Unidas hay un ambiente positivo y un fuerte movimiento climático en construcción compuesto por líderes religiosos, grupos empresariales y la sociedad civil. Sin embargo, el progreso de las negociaciones ha sido lento y es vital que aceleren para lograr un buen resultado en París”.- Samantha Smith, líder de la Iniciativa Global de Clima y Energía de WWF.
  • “Para América Latina y el Caribe es esencial que el acuerdo sea integral: contemple un camino hacia la descarbonización, marque una hoja de ruta para adaptarnos a los nuevos desafíos climáticos y ponga sobre la mesa el financiamiento público y privado para llevar a cabo esta transformación. Solo así podremos construir las sociedades resilientes, bajas en carbono y sostenibles que necesitamos para garantizar un futuro para todos”.- Mariana Panuncio, directora de Cambio Climático de WWF LAC.

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