Renovables y locales: La respuesta para satisfacer el 80% adicional en la demanda de energía en América Latina a 2040

Introducción

Aún cuando puede no ser evidente para todos, la energía está presente en prácticamente todas las actividades humanas, desde la hortaliza que comemos hasta la ropa que usamos. Así, el modo de generación y el nivel de consumo de la energía determinarán las magnitudes de los impactos sociales, económicos y ambientales relacionados. En América Latina, rica en fuentes de energía renovable, desde 1971 a la fecha los combustibles fósiles – carbón, petróleo y gas – han dominado matriz energética incluso aumentado su participación de 68.9% a 74.4%,según un reciente estudio. Los sectores de transporte e industria han sido responsables de tres cuartas partes del crecimiento del consumo desde 1971. El estudio, además, da cuenta que para 2040 la demanda de energía primaria en América Latina será un 80% más alta que la actual y, si las tenencias no se revierten, los requerimientos de electricidad prácticamente se duplicarán para la misma fecha. La proyección es que existirá una tasa de crecimiento anual de energía de 2,2% a nivel regional. La Agencia Internacional de Energía, por su parte, establece que la región debe mantener su crecimiento anual de la demanda energético bajo un 0.8% para mantener la temperatura global bajo los 2ºC y evitar las catástrofes y consecuencias sistémicas devastadoras que plantea el cambio climático. Así, además de la necesidad de adoptar pautas de consumo saludables, la pregunta sigue abierta respecto de las fuentes que serán la carta para abastecer dicha demanda. Para WWF, si América Latina explotase una pequeña parte de su capacidad renovable no hidráulica podría satisfacer el incremento de la demanda de energía de las economías de la región de manera saludable y segura. Si los países de la región reconocen sus  posibilidades en la generación de energía limpia y los beneficios en materia de empleo, salud pública y ahorros fiscales en contraposición con losefectos que podría causar en las economías nacionales mantener la dependencia a los combustibles fósiles, es claro que las opciones se cierran y las fuentes locales, renovables y limpias son las ganadoras.

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Mensajes Claves

  • Más de 40 años han pasado y la fotografía de suministro energético en América Latina se mantiene, prácticamente, inmóvil.  La historia en materia energética de América Latina en 2013 podría ser un “deja vu” de 1971. Los combustibles fósiles continúan siendo las fuentes más importantes de la matriz energética y la relación entre el uso de energía y el crecimiento económico sigue constante. No obstante, en 40 años las condiciones y necesidades han cambiado. Para vivir bien, sabemos que necesitamos ecosistemas saludables y los combustibles fósiles dañan, justamente, lo que permite la vida. Además no otorgan las garantías de ayer: son volátiles, generan dependencia y problemas fiscales.
  • Las proyecciones establecen que la demanda de energía en la región crecerán un 80% a 2040 y la necesidades eléctricas podrían duplicarse para la misma fecha. Tanto el Banco Interamericano del Desarrollo (BID), como la Agencia Internacional de Energía (AIE) y el Banco Mundial (BM) proyectan que la demanda de energía del mundo y la región crecerán a 2040. Más allá del número, resulta fundamental que los países reconozcan los desafíos que plantea el cambio climático y emprendan acciones inmediatas para disminuir la intensidad energética, establecer políticas de promoción y fomento de las energías renovables junto a medidas de eficiencia energética y la moratoria a nuevas exploraciones y explotaciones de combustibles fósiles. El desafío en materia de planificación y financiamiento de una nueva infraestructura energética debe asumirse si efectivamente los líderes de hoy buscan limitar el aumento de la temperatura global y cumplir con lo recientemente acordado en la COP21 en Paris.
  • América Latina cuenta con todas las fuentes de energías renovables y una transición energética justa es hoy, tanto técnica como económicamente viable. Según el estudio del BID, las fuentes de energía renovable no convencionales como la solar, eólica y marina han registrado una tasa de crecimiento más rápida que la de cualquier otra fuente de energía en la región. Sin embargo, aún representan un 0.9% de la generación total de electricidad de los países de LAC. Para WWF esa imagen puede cambiar ya que la región “tiene la capacidad de abastecer 20 veces la demanda de electricidad prevista para 2050 usando únicamente energía renovable”. Al parecer, la decisión no es técnica sino política. Trazar la senda hacia ciudades más limpias, comunidades más sanas y ecosistemas en equilibrio es posible.

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