El bienestar del siglo 21 no incluye petróleo ni vista gorda al cambio climático

Introducción

En un contexto de constante inestabilidad en mundo de los hidrocarburos y acciones desesperadas de los grandes productores de petróleo para atajar el precio del crudo y sostener sus economías, las evidencias de los impactos del cambio climático se hacen sentir y la necesidad emprender una transición activa hacia energías del siglo 21 resulta inminente; más aún cuando “mitigar el cambio climático impulsa la economía” y genera una serie de beneficios sociales de largo aliento. Asimismo, establecer acciones para adaptarse a la modificación de los patrones conocidos de precipitación y temperatura y a la recurrencia de eventos climáticos extremos resulta necesario cuando el cambio climático traerá duras consecuencias financieras en América Latina. El compromiso de los gobiernos con el bienestar de las personas, comunidades y ecosistemas se podrá a prueba este 22 de Abril cuando se espera ratifiquen su intención de limitar el aumento de la temperatura global, idealmente bajo los 1,5ºC, y evitar consecuencias sistémicas que plantea el cambio del clima global.  Asegurar el bienestar, hoy, sin duda, es de la mano de una economía global de baja dependencia de insumos energéticos y en sintonía con los límites naturales.

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Mensajes Claves

  • Frente a la crisis del petróleo la respuesta sensata es nuevas fuentes de energías y estilos de desarrollo. La crisis causada por los bajos precios del petróleo y la sobreoferta del crudo tiene a muchos países dando palos de ciego e insistiendo con los mismo mecanismos del pasado. La devaluación voluntaria de la Bolivar en Venezuela es sólo una muestra más de ello. Si los gobiernos e inversionistas hacen bien sus matemáticas y logran comprender que nos enfrentamos a restricciones globales en el presupuesto de carbono –  lo que indica que ya no es posible seguir drenando el subsuelo – la búsqueda y el fomento de energías de bajo impacto ambiental y costo cero de obtención debiese ser la respuesta. Al menos, la más sensata.
  • Escapar de las consecuencias y impactos financieros del cambio climático en América Latina es posible. Solo falta querer. El reciente estudio del PNUMA estima que para 2050 las consecuencias financieras de los impactos climáticos para la región serán 100 mil millones de dólares anuales, que es, en pocas palabras, todos los recursos que los países industrializados han comprometido asignar al Fondo Verde para el Clima. Afortunadamente, los países de la región pueden limitar los impactos con acciones proactivas  hacia la integración de mercados de energía eléctrica,  el fomento de la forestación y la reasignación de los subsidios a los combustibles fósiles a iniciativas sostenibles y adecuadas a los desafíos del presente.
  • Limitar el aumento de la temperatura global es tarea de todos. Este 22 de abril se espera que los gobiernos ratifiquen su compromiso con el clima global y con cientos de personas afectadas y grupos de distintos sectores de la sociedad que claman por un cambio en la forma de gestión actual del desarrollo. Los gobiernos deben prepararse internamente para dar una señal clara de compromiso y por si las dudas, las fluctuaciones del petróleo ya avisaron a bancos, inversionistas y comunidades  locales.

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Citas relevantes

  • “Si el mundo no actúa coordinadamente frente al cambio climático, el futuro corre peligro. El daño y el coste que ese cambio climático puede suponer son enormes. Estamos en tierra incognita. Si hay subidas de temperatura de tres o cuatro grados, será devastador. No hemos visto una subida de tres grados en tres millones de años. Así que seguir tal como vamos es una receta para la pobreza generalizada en el mundo y para el desplazamiento de millones de personas, con graves problemas económicos” – Nicholas Stern, economista autor del informe Stern.
  • «Nuestra misión no ha terminado. De hecho, acaba de empezar. En 2016 debemos pasar de las palabras a los hechos y la ceremonia de firma del 22 de abril es un paso esencial. No tenemos tiempo que perder. Les insto a que se aseguren de que para esa fecha están en práctica los requerimientos legales necesarios para que sus líderes tengan plenos poderes para la firma».-  Ban Ki-moon, Secretario General de la ONU

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